Unidad 4. Actividad. Opinamos en el espacio de debate.

LA siguiente estación en el MOOC#pruebasPISA trata de hacernos reflexionar sobre el sistema de preguntas que utilizamos en nuestras pruebas de evaluación. Tras la entrada anterior, en que ofrecimos disquisiciones sobre la objetividad en la corrección de las pruebas, de la atención al individuo, a la estandarización de elementos de evaluación, llegamos al punto de hacer ver qué desarrollamos en la práctica. Para ello, vamos a responder a las dos preguntas que nos plantea la actividad:
1. ¿Qué tipo de preguntas utilizas más frecuentemente?
2. ¿Evitas algún tipo de pregunta?

A la primera interrogante podemos responder con toda la franqueza posible. En mi caso, desde hace tres curso, vinculo las preguntas de la prueba escrita a los objetivos, los criterios y las competencias que estoy evaluando en la secuencia didáctica de turno. Para ello, trato de ofrecer preguntas que impliquen distintos proceso cognitivos y distintos mecanismos de comprensión y expresión escritas. Como decía, aun siendo profesor de lengua castellana y literatura, imparto la materia de Latín desde hace varios cursos. Con ella he ido experimentando distintas posibilidades en la metodología. Una de ellas, el proceso de evaluación de las pruebas.
A ello se suma que soy jefe de Estudios de Adultos e imparto el Ámbito de Comunicación en el Nivel II de Educación Semipresencial, esto, imparto un currículum planteado desde tareas
que desarrollan capacidades y, por ende, competencias clave. por tanto, entre una y otra experiencia, he llegado a la conclusión de que las pruebas puntuales son necesarias, ofrecen una información vinculante al aprendizaje del alumno, pero que necesita de otras observaciones continuas para poder evaluar. Así las cosas, los tipos de preguntas que utilizo podría sintetizarlas en:
  1. Preguntas que impliquen la expresión escrita de textos completos. 
  2. Preguntas de  respuestas cerradas.
  3. Preguntas de opciones diversas.
  4. Preguntas de reflexión, síntesis y juicio crítico.

Por otro lado,  las preguntas que trato de evitar son las que ofrecen la solución explícita en la respuesta, las que ofrecen opciones que el alumno debe escoger. No me resultan idóneas para desarrollar una prueba escrita, más bien, podrían ser utilizadas para estudiar, para desarrollar una prueba intermedia, que evalúe rápidamente si el alumno tiene afianzados los conocimientos y sabe aplicarlos. Al contrario de lo que pueda parecer, las confiero poco objetivas, ya que, cuando el alumno se encuentra frente a varias posibilidades su aprendizaje se limita a escoger de entre las opciones más adecuadas, pero no hay conocimiento desde su propia consciencia, no ha aprehendido el conocimiento de marras. Siempre prefiero la razón sobre las respuestas, por ello, quizás, si un profesor utiliza  las preguntas con opciones múltiples debería incluir al final un requerimiento del tipo: razone por qué ha escogido esa opción.


En cualquier caso, las propias materias ya dirigen sus evaluaciones. No es lo mismo la evaluación de Educación Física que Música, ni la de Inglés que la de Tecnología. Por ello, cada materia, su propia naturaleza establece, en buena medida, su evaluación.   

Ejemplo de prueba escrita:

      

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